Noticias de las Fraternidades 40 FLASHES Y NOTICIAS Ritmos de vida de la fraternidad de Spello (Italia) De Giuliano (relato de una visita como prior): En Spello encontré a los hermanos comprometidos en la acogida del verano. Llegué al final de una semana, y viví los primeros días de la semana siguiente: “semana para las familias”. Había muchos niños y un grupo de amigos para animar sus jornadas, lo que permitía a los papás estar más libres durante el día. En total unas 40 personas. Algunas de ellas las conocí cuando estuve viviendo en Spello, signo de una cierta continuidad, pero muchos eran nuevas. Lo que Spello propone sigue siendo fundamentalmente lo mismo, pero los hermanos tratan de adaptar las semanas a las nuevas expectativas de la gente que viene. Este año no se ha propuesto un tema especial, sino que se meditan las lecturas de la liturgia. Eso da la posibilidad de intercambios muy ricos, entre todos. Hay menos gente que viene por semana, lo que permite tener relaciones más profundas y más amistosas tanto con los hermanos como entre los participantes. De Franco: Septiembre y octubre son meses “bisagras” que terminan el período de la gran acogida del verano y que generalmente abren al período en el que se cosecha la aceituna. El verano se ha terminado, el ritmo cambia, la fraternidad recupera el ambiente de la ermita. Nuestra vida sigue siendo la misma pero volvemos a encontrar el silencio que la “carrera del verano” con todo el estrés había hecho desaparecer. Por supuesto siempre hay visitas, gente de paso, gente que quiere pasar un tiempo en una ermita, un grupo que pide un testimonio, pero todo eso se desarrolla a un ritmo más normal. Cuando ya no hay acogida, también tenemos tiempo para visitar a los vecinos y a veces para dejarnos invitar a una comida.
Desde hace algunos años, jóvenes y menos jóvenes van a Spello para ayudar a los hermanos durante algo más de una semana: se trata de jóvenes que viven en una comunidad terapéutica para tratar de superar la drogadicción o para cumplir una condenación alternativa a la prisión. Siempre van acompañados de un educador. A menudo es un buen momento para compartir experiencias de trabajo y de vida. Para ellos es una oportunidad para salir de la rutina diaria de la comunidad y experimentar algo diferente con otras personas; a menudo es también una oportunidad para descubrir y abrirse a la dimensión de interioridad, silencio y oración. Algunos de ellos desean volver cada vez que se les ofrece la posibilidad. Y los hermanos aseguran:
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