Noticias de las Fraternidades 41

Diario de Héctor
(Fraternidad de Cochabamba, Bolivia)
 

Me alegra poder compartir con ustedes mis tres primeros meses en Cochabamba1. Qué alegría poder encontrarme una vez más con Giuliano y José Luis que participaron en el encuentro regional que tuvimos en México. Fue una buena oportunidad  para conocer a Xavier de la Fraternidad Central y Max de Titicachi. Desde que llegué sentí la hospitalidad de los hermanos y de la gente que me fueron presentando los hermanos a lo largo de las primeras semanas. Aprovecho este espacio para agradecer principalmente a Dios por está oportunidad de realizar mi segundo año de noviciado.

La primera semana me enfoqué con José Luis en ver el papeleo para mi estadía en Bolivia. Hay tener mucha paciencia y suerte para que marche bien. Posteriormente en las otras semanas me quedé en la casa para apoyar a José Luis y Marcos en la huerta así como en los quehaceres de la casa. En estas semanas también me enseñaron Patricio y Marcos como se hace el yogurt que les sale muy, pero muy rico… El compartir estos días con ellos me dio la oportunidad de tener mis primeros acercamientos con cada uno y adaptarme al ritmo de vida de ellos. Se vive y se siente un clima de comunión y fraternidad entre ellos,  así como la cercanía que tienen con la gente, tanto en la Comunidad de Piñami Picho y con sus caseras donde los tres mantienen estos lazos de comunión y amistad.

Posteriormente aproveché las otras semanas para ir a vender el yogurt con Patricio a la Cancha, y fue una bella experiencia observar la relación que tiene él con sus clientes;  aquí se les llama a las personas que compran caseras o caseritas, caseros, caseritos. El primer sábado vendimos muy rápido lo que llevábamos y nos dio tiempo para dialogar y tomar una rica sopa de maní,  que preparan Don Crescencio y su esposa Mery, donde Patricio suele dejar sus cosas para ambular y preparar en ese lugar de ellos los vasitos de yogurt por la cantidad de 2 bolivianos.

Las otras semanas acompañé en la venta a Marcos para poder conocer a sus caseras y que me conocieran para dejarles su yogurt. Como Marcos estaba en vísperas de su operación de la próstata y de la cual salió muy bien, José Luis y un servidor lo apoyamos en vender a sus clientes mientras se recuperaba. Me impresionó mucho la habilidad de José Luis con la venta del yogurt. Tiene una capacidad y un don de cercanía con la gente y logra venderlos sin ninguna dificultad y termina muy rápido. 

Dialogando con mis hermanos vimos conveniente que era necesario que emprendiera la búsqueda del trabajo lo cual se dio a través de una casera que tiene Marcos. El diálogo fue muy bien con ella porque Marcos le explicó el objetivo y la finalidad de nuestro carisma; ella medio lo entendió y me contrató ese mismo día en el área de cobranza y administrativa. Por un momento lo acepté para ver el contexto de lo que se realizaba en esa área, pero en la marcha de los días  logré entablar diálogo  una vez más con la dueña para que me pusiera en un área de cercanía más con los compañeros de trabajo. Ahorita estoy como almacenista y esto me da la oportunidad de tener más contacto con la mayoría de la gente que trabaja.

Los primeros días me costó trabajo el ritmo que se lleva. Salgo a las 7:00 A.m. y llego 7:00 P.m., de lunes a sábado, este día sábado se trabaja medio día. Por la vida del trabajo que llevo mis hermanos me han apoyado en ser flexibles para conmigo en acomodar el horario de la oración de la mañana y la cocina: así puedo leer un poco y chequear correo, lavar ropa, visitar algunos vecinos, entre otras cosas. Gracias a Dios voy teniendo cercanía con los compañer@s y visualizo un camino próspero y cálido en esta empresa para dar testimonio de nuestra espiritualidad más que con palabras con la vida misma y siempre buscando el último lugar. Por lo regular a finales de mes me retiro a la ermita para renovar fuerzas. Esta ermita se renovó gracias al diálogo entre nosotros para la reparación de la misma, emprendiendo juntos esta tarea. Se vive un clima de silencio y paz por encontrarse fuera de la ciudad en una capilla de Liriuni, que amablemente los vecinos de ese lugar nos prestan la sacristía que es utilizada como nuestra ermita.

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1.- Héctor hizo su primer año de noviciado en su país, México, en la fraternidad de Ciudad Hidalgo.