Noticias de las Fraternidades 38

 

FRATERNIDAD DE ROQUETAS DE MAR (ESPAÑA)

(Juan Francisco, Juan, Andrés)

Diario de Juan Francisco

 

Como ya sabéis por el ultimo diario de Andrés del cambio de casa de la calle Don Quijote, más o menos en el centro del pueblo, a un extremo de la urbanización entre Las Marinas, lugar donde Andrés es Vicario Parroquial y la parroquia del Puerto de Roquetas.

Después de estos tres años hay un progreso en el conocimiento del barrio, sobre todo de los que viven permanentemente en el barrio. Hay mucha diversidad de personas, médico argentino con mujer e hijos en nuestro bloque, personas jubiladas, algunas personas marginadas, de las cuales una que vivía en la calle, esta acogido en este momento en la casa de acogida que han abierto las hermanas Dominicas de la Presentación en las 200 viviendas de Roquetas de Mar. Este es uno de los que más conozco, porque lo veía en el barrio de aquí para allá, buscando su ración de alcohol. Ahora en la casa de acogida tendré oportunidad de conocerle más a fondo.

Cuando estoy en el cuarto con dos grandes puertas correderas de vidrio que hacen de ventanas, con mucha luz, de vez en cuando escucho a los niños jugando al balón, con la bicicleta o con los patines. Hay también ocasiones de encontrar a los vecinos del barrio en el quiosco, que es un lugar de encuentro de la gente más sencilla del barrio, que también están bastantes solos por una razón u otra, tanto del país como de fuera, hay momentos de gran familiaridad.

En los últimos tres años de crisis económica se ven por el barrio algunas personas, sobre todo emigrantes, africanos, marroquíes, rumanos etc., buscando entre los contenedores de basura alguna cosa que se pueda reciclar, van en bicicleta. Últimamente he visto un progreso en la búsqueda, un marroquí con una bicicleta y atrás una gran caja con ruedas de más de un metro cúbico de capacidad para coger lo más posible.

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Otro acontecimiento de nuestra fraternidad: Andrés tuvo una operación de próstata. Era un pequeño tumor maligno en la próstata que estaba controlado. La intervención se realizo en el Hospital de Torrecárdenas de Almería. La operación salió bien pero el 26 de Diciembre  tuvimos que ir a la sala de Urgencias de Roquetas; de allí nos enviaron al hospital de Torrecárdenas, donde fue ingresado y allí estuvo hasta pasado la fiesta de Reyes, es decir que pasemos el fin de año tomando las uvas en el hospital...  También el cumpleaños de Andrés lo celebramos en el hospital... Y por fin, como regalo de Reyes, le dieron el alta el 7 de enero y pudo regresar a la fraternidad. En fin, que fue una experiencia de pasar unas Navidades en el hospital.

Actualmente Andrés se encuentra bien, no ha tenido que hacer quimioterapia, ni otras cosas, lo que indica que la cosa va bien.

El 21 de Septiembre fue el 25 aniversario de la ordenación sacerdotal de Andrés, lo celebramos en la parroquia de Las Marinas con la presencia del párroco Miguel, de Yves nuestro regional, amigos de la Fraternidad, gentes de la Parroquia. Miguel felicitó a Andrés por sus 25 años de servicio a la Iglesia y le deseó poder celebrar los 50 años de servicio en Las Marinas, si Dios quiere. Después de la ceremonia tuvimos un ágape muy festivo y fraternal.

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Por lo que toca a Juan también tenemos novedades, puesto que a partir de junio de este año 2011 está en la Jubilación. Se ha podido jubilar antes de los 65 años porque en España según la ley, las personas con discapacidad física pueden jubilarse a los 58 años si tienen suficientes años de cotizaciones, lo que quiere decir una nueva vida en la que hay que encontrar un nuevo equilibrio entre la oración, trabajo voluntario, encuentros con la gente del barrio, servicio a la Web de la Familia de Foucauld en España y la Web de la Fraternidad.

En mi vida también ha habido cambios: la verdad es que la vida es un continuo cambio. Lo bueno es que ese cambio vaya en la dirección de parecerse cada día más al Maestro, Jesús. Pienso que todos los acontecimientos el Señor los pone para que crezcamos en esa dirección.

Desde los 52 años me concedieron el subsidio especial para los mayores de esa edad con los requisitos previos de años de cotización a la seguridad social por trabajo en el campo. Es un subsidio con derecho a trabajar en el campo, pero te descuentan del subsidio los días que trabajes: cuanto más trabajes más te descuentan.

Por esa fecha pasé de trabajar en los invernaderos a trabajar al aire libre, en plantaciones de naranjos y mandarinas, primero en Huercal Overa, un pueblo a 140 Km. de Roquetas. Allí pasé tres años tres días por semana. Al cabo de ese tiempo el propietario quería vender la finca, así que unos meses más tarde, encontré el mismo trabajo en una finca de 5 hectáreas de naranjos y mandarinas. El ambiente era distinto. El pueblo, llamado Gádor está sólo a 30 Km. de Roquetas. La casa está situada a 2 Km. del pueblo, rodeada de otras fincas de naranjos, mandarinas y otras clases de árboles. La casa está escavada en la montaña de tierra dura, tanto las habitaciones como la capilla. La casa sirve también de casa de acogida para distintos grupos de la Diócesis de Almería, convivencias, retiros, encuentros, sobre todo a los grupos de Renovación Carismática, ya que el propietario pertenece a un grupo de la renovación de Almería.

En este trabajo he estado otros tres años... Hace unos meses le dije al patrón que fuera pensando en buscarse otra persona más joven para llevar la finca. El caso es que en junio estando en la asamblea regional en Francia, a la vuelta el patrón me dijo que estaba buscando financiación para Jorge y para mi; Jorge es un chico huérfano que estaba en un centro de rehabilitación de drogadictos y que actualmente vive con ellos en la casa de Gádor. Con esta noticia yo me sentía liberado de ese trabajo porque si no tenia fondos para una persona, menos tendría para dos. Así es más justo: Jorge encuentra una casa y un trabajo y yo sigo cobrando el subsidio y no estoy fuera de la Fraternidad tres días por semana, lo que será mejor para el equilibrio personal y de la fraternidad.

Mi experiencia con la Renovación data de octubre del 2003. Una chica que pertenecía a la fraternidad seglar Carlos de Foucauld y que también estaba en el grupo de renovación de la parroquia, me invitó a rezar con ellas en el grupo. Yo pensé que la oración no me iba a hacer mal así que acepté.

Pasado un año me pidieron ser servidor del grupo de Roquetas, que quiere decir, coordinarse con los otros grupos, animar al grupo, empujar para que cada uno asuma los dones y carismas que el Señor le da y los ponga al servicio de la comunidad. Al cabo de dos años más, los servidores de los grupos me eligieron para el servicio de coordinación de los grupos de Oración en Almería, el mismo servicio del grupo pero a nivel de la diócesis de Almería, lo que implica algunas reuniones al año, con los coordinadores de Málaga, Jaén y Granada.

Las personas que componen los grupos son de lo más variados, jubilados, en actividad, en paro, sanos y enfermos (sida, cáncer, etc.), jóvenes salidos de la droga, de la cárcel. Pero hay algo que nos une: el encuentro con el Señor Jesús, vivo y resucitado en medio de su pueblo.

Los compromisos que cada uno toma depende del carisma de cada uno. Varios van a visitar a los presos en la cárcel, otro que es médico lleva más de 20 años de voluntario en un centro de rehabilitación de drogadictos, otros van a visitar enfermos al hospital, otros están comprometidos en las parroquias. En esto insistimos mucho: no hay crecimiento como discípulo de Jesús sin el compromiso. No podemos venir a la oración buscando ser consolados, si nosotros no consolamos a los demás.

Este tiempo de responsabilidad como coordinador, me ha hecho madurar en mi relación con las personas, por la dificultad de complacer a todos, porque las cosas no siempre salen tan bien como uno quisiera. Esto me hace ser más comprensible con los responsables de la Fraternidad y de la Iglesia en general, porque a veces hay que tomar decisiones que no agradan a todos, pero hay que hacerlo. Entonces comprendo mejor las decisiones de otros hermanos responsables, que han tomado decisiones, que me han podido herir, pero yo sé que lo han hecho con toda la mejor buena voluntad, pensando en mi bien, por lo cual les estoy agradecido...Además todo esto sirve para mi propio crecimiento. Como se suele decir: el Señor escribe recto con renglones torcidos.

Algunas veces me preguntan por los hermanos que estamos en la casa, y yo respondo: Juan, Andrés, yo mismo y Jesús presente en la Eucaristía y en medio de nosotros mismos y en nosotros, como amigo, hermano, compañero, al cual consultamos las cosas cuando hay oscuridad, porque él es la luz del mundo. La verdad es que sin contar con Jesús, la unidad y fraternidad entre los hombres se ve imposible de realizar, pero con Jesús todo es posible.

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El año pasado tuvimos el Encuentro de la Región Mediterránea en Aguadulce (Roquetas de Mar). Por una semana el tema era la inmigración en Almería, con la colaboración de una hermana Carmelita de Vedruna que trabaja directamente con Almería Acoge, asociación por la integración de los inmigrantes. Estuvieran también presentes los Hermanitos de Jesús de Málaga (Paco y Miguel) y las Hermanitas de Jesús de Murcia. Las reuniones de fraternidad en Región me hacen tomar conciencia de los valores de la familia en la cual el Señor me ha puesto, con sus riquezas y pobrezas: crecer y dar fruto donde he sido plantado.